PRIMEROS PASOS: ¿AURAS?
Una de las primeras reflexiones que motivaron mi praxis fue que mi racionalización excesiva, me impidería contactar con lo anómalo. Estaba seguro que la disonancia cognitiva acechaba para descalificar toda experiencia como alucinación o profecía auto cumplida. Por lo que decidí comenzar lo antes posible a derrumbar los argumentos que racionalmente sesgaban el pensamiento mágico. Con el tiempo, este combate contra mi racionalidad extrema, dio a llamarse kaosofia.
Pero ínterin a este denodado esfuerzo, del que en otro momento profundizaré, elegi un ejercicio para ir erosionando los bloqueos. Entre todo el material que entonces leí, estaba la visión de auras.
La muy conocida facultad de percibir un halo alrededor de los seres vivos (desde el animismo, esto podría incluir hasta los minerales). Se dice que los colores que se presentan en el aura comunican información sobre su irradiador. ¿De dónde proviene? El cuerpo astral, electro magnetismo, sudoración de hormonas, las explicaciones abundan y cómo descubrirán, la mayoría de ellas casi no me interesan sino más bien su puesta en práctica. Dotado de todo el material teórico básico que pude, seguí las instrucciones de varias webs. Basta decir que Robert Bruce fue mi fuente primaria por la variedad de ejercicios que parecía incluir a todos los textos parciales que daban vueltas en la net.
Durante el siguiente mes y medio, me aplique a ver mi aura siguiendo algunos de los ejercicios básicos: mirarme frente a un espejo cruzando ligeramente la vista, ver objetos de colores sobre un fondo blanco, buscar el aura de árboles y estimular el ajna chakra (o glándula pineal ¿?).
Me sorprendió al tiempo de dedicarme a estos ejercicios durante momentos que me tomaba durante el trabajo y en mi casa, o incluso en la facultad mirando a los profesores o mis compañeros, comenzar a ver una delgada línea gris a un centímetro del cuerpo. Fue mi primera percepción del "fenómeno aurico", o de la "doble visión", como diría un escéptico. Lo siguiente, fue tiempo después, envalentonado por este primer éxito, comencé a percibir una franja de mayor tamaño de alrededor de 10 cms. Era blancuzca y rodeaba todo el cuerpo, mucho mayor aún en la cabeza.
Admito que en ciertas condiciones, me era imposible notarla y qué en otras, era nítida. Jamás durante el breve tiempo que me dedique logre percibir colores. En ese punto fracase, totalmente. Las únicas auras de color que percibí fueron las de objetos de colores, en las que percibía su color complementario, pero nunca en un ser vivo.
No pretendo con esto afirmar la existencia de las auras. Nada más lejos de mi. Solo reporto un breve periodo al que me dedique siguiendo las pautas más comunes en la materia a cultivar esta supuesta facultad psíquica. Con el tiempo, deje este ejercicio para dedicarme a otros. No perdí del todo la "facultad", pero la falta de interés en continuar con el tiempo, ha menguado casi totalmente mi capacidad. Probablemente, retorne al tema en un tiempo, porque encaja con el sistema que ahora utilizo para ordenar los experimentos.
Una conclusión válida es que es necesario estar motivado y confiado en el éxito. No decepcionarse por la falta de éxito y continuar. O aburrirse e irse a tomar cerveza y mirar King Kong.
Lectura recomendada:
"Iniciación al Hermetismo" de Franz Bardon. En este libro, hay una pequeña sección de teoría, y la mayor parte de practica, ordenada en diez pasos, que incluye una parte esencial del trabajo ocultista. Especial para todo aquel que desee comenzar ya pero no apto para perezosos. Es todo un sistema por sí mismo, y cualquier aprendiz tiene suficiente aquí para practicar durante un par de años.
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